¿Qué es la vitalidad Urbana?
Existe una cualidad central que es el criterio fundamental de la vida y el espíritu de un hombre, una ciudad, un edificio o un yermo. Dicha cualidad es objetiva y precisa, pero carece de nombre.
Cristopher Alexander
Así como la vitalidad en la biología es la facultad de tener vida, en las ciudades existe una cualidad del espacio o condición que está definida por la calidad de vida que puede brindar un entorno urbano. Esta cualidad es la que denomina Vitalidad Urbana. Se asocia a la consolidación de un lugar entendido no solamente por las construcciones, estructuras físicas y por la arquitectura sino por un entorno habitable y apropiable o un por un ambiente cuyas características están enriquecidas por una serie de elementos que le aportan atributos y valores al espacio urbano. Hay que entender que no todas las construcciones, ni los procesos de consolidación de la ciudad por medio de la arquitectura o del diseño brindan vitalidad urbana per se ni consolidan como lugares.

Para aclarar lo anterior es necesario referirse al término de “no lugar” acuñado por Marc Auge para referirse a espacios transitorios, anónimos e inapropiables en la ciudad contemporánea (AUGÉ, 2009). Si pensamos en una línea férrea de metro, un parqueadero de un gran mall, el espacio bajo un puente vehicular o un cerramiento de un gran equipamiento nos encontramos que, aunque son espacios urbanos y cumplen una función, generalmente son carentes de vitalidad urbana, son espacios que en ocasiones pueden percibirse como inseguros; entender este concepto nos ayuda a entender el significado del objeto del Diseño Urbano y del concepto de Vitalidad.
Y para ampliar el concepto de Vitalidad podremos fijar nuestra atención en este fragmento de Vida y Muerte en las grandes ciudades de Jane Jacobs:
“Rittenhouse Square posee un contorno muy diverso y está enclavado en una vecindad también muy diversa. Las aceras contiguas tienen, por orden, un club de arte con restaurante salas y galerías de exposición, una escuela de música, unas oficinas del Ejercito, una casa de apartamentos, un club, una vieja botica, un edificio de oficinas de la Armada que antes era un hotel, una iglesia, un centro parroquial, más apartamentos, una biblioteca pública, apartamentos, unos solares donde se construirá un grupo de viviendas, otro grupo de viviendas, más apartamentos. Inmediatamente detrás de la circunvalación de la plaza, en las calles que van a desembocar a ésta y en las paralelas a sus cuatro lados, hay un amplio repertorio de tiendas y servicios de todas clases, con casas viejas o nuevas encima, mezcladas con innumerables oficinas y despachos.
¿Hay algo en este dispositivo físico de la vecindad que afecte físicamente al parque? Sí. La variedad de usos de los distintos edificios envía al parque una gran variedad de usuarios que entran y salen del parque a todas horas. Éstos usan el parque en horas diferentes porque sus ocupaciones cotidianas difieren. El parque posee así una compleja secuencia de usos y usuarios” …
… En resumen, Rittenhouse está continuamente ocupado por las mismas razones básicas por las que se usa una acera animada: por la diversidad de usos y funciones de los alrededores, y por tanto la diversidad de los usuarios y sus horarios” (JACOBS, 2011).
La construcción de lugar está muy asociada a la Vitalidad Urbana la cual no necesariamente está vinculada un objeto arquitectónico un ejemplo de ello es el tipo de ciudad alrededor de la Unidad Habitacional de Marsella de Le Corbusier que, aunque marca un hito dentro de la arquitectura como edificación en el contexto Urbano es un edificio aislado rodeado de zonas verdes que no son apropiables por sus habitantes. Estas áreas están rodeadas de una gran cantidad de estacionamientos y un conjunto de árboles mustios que no invitan al desarrollo de la actividad humana. Por el contrario, de la descripción de Rittenhouse Park se deducen una serie de atributos que aportan valor y actividad al lugar como pueden ser la variedad de usos y de edificaciones lo cual lo hace que confluya una diversidad de personas en diferentes horarios que denotan una mixtura social contribuyendo a una variada serie de actividades en un lugar fácilmente accesible a través de sus calles.

En conclusión, un espacio que brinda vitalidad ofrece las condiciones necesarias para el desarrollo de diversas actividades no solamente para la comunidad que lo habita, sino que se consolida en un punto atractor para visitantes. De esta manera, la vitalidad es posible mediante determinados componentes no necesariamente vinculados a las construcciones por su propia naturaleza sino a principios urbanos que le aportan valor por medio de estrategias y acciones que permiten que un espacio colectivo sea habitado por diversidad de personas. Cuando alguno de estos principios está ausente, la calidad de vida de las personas que habitan y se apropian de un espacio colectivo disminuye y el espacio se torna inapropiable.
Referencias
ALEXANDER, C. (1981). El modo intemporal de construir. Barcelona: Gustavo Gili.
AUGÉ, M. (2009). Los no lugares: Espacios del anonimato. Barcelona: Gedisa.
JACOBS, J. (2011). Muerte y Vida de las grandes ciudades. Navarra: Caapitan Swing.